Una Dependencia Discrecional, también conocida como Dependency Discretionary, es un término utilizado en la gestión de proyectos para describir una relación entre actividades que no está dictada por necesidades de tipo contractual o físicas, sino que es definida por el equipo del proyecto en base a su experiencia, mejores prácticas o preferencias particulares. Esta relación se establece para potencialmente obtener beneficios o eficiencias durante la ejecución del proyecto.
Esta dependencia se da cuando el equipo de proyecto, basándose en su conocimiento y experiencia, decide que es más eficiente o efectivo realizar una actividad antes que otra. Por ejemplo, en un proyecto de construcción, el equipo puede decidir pintar las paredes antes de instalar los electrodomésticos, aunque físicamente sea posible hacerlo en cualquier orden.
Es importante destacar que las Dependencias Discrecionales pueden añadir un cierto nivel de flexibilidad al plan de proyecto, ya que estas relaciones no están dictadas por reglas rígidas o requisitos contractuales. Sin embargo, también pueden incrementar el riesgo del proyecto si no se gestionan de manera adecuada, ya que el equipo de proyecto puede optar por seguir un camino que finalmente resulte ser menos eficiente o efectivo.
Aunque la aplicación de Dependencias Discrecionales puede ser útil para mejorar la eficiencia del proyecto, es crucial que estas decisiones estén bien fundamentadas y documentadas. Esto es porque en caso de que se deba justificar la secuencia de actividades frente a otras partes interesadas, el equipo de proyecto debe ser capaz de explicar por qué se optó por una dependencia discrecional.
Por último, las Dependencias Discrecionales deben ser identificadas y revisadas durante el proceso de planificación del proyecto. De este modo, pueden ser analizadas y validadas, minimizando así el riesgo de decisiones subóptimas.
Las Dependencias Discrecionales son establecidas por el equipo de gestión del proyecto, que toma en cuenta su experiencia, las mejores prácticas y las necesidades particulares del proyecto. Estas relaciones se establecen durante la fase de planificación del proyecto, cuando se está definiendo la secuencia de las actividades. Para hacerlo, el equipo de gestión del proyecto utiliza su juicio profesional y el software de gestión de proyectos.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- En un proyecto de desarrollo de software, el equipo decide trabajar en la interfaz de usuario antes de desarrollar la lógica del backend, aunque ambas tareas podrían hacerse en cualquier orden.
- En un proyecto de construcción de una casa, el equipo opta por pintar las paredes antes de instalar el piso de madera para evitar dañar el piso con pintura, aunque podrían hacerse en cualquier orden.
- En un proyecto de lanzamiento de un nuevo producto, el equipo de marketing decide crear la campaña de publicidad antes de finalizar el diseño del producto, para tener más tiempo para su difusión.
- En un proyecto de investigación, el equipo decide realizar la revisión de literatura antes de diseñar el experimento, para informar mejor el diseño experimental, aunque estas tareas podrían realizarse en cualquier orden.
- En un proyecto de implementación de un sistema de gestión, el equipo decide capacitar a los usuarios antes de la migración de datos, para asegurar que puedan manejar el nuevo sistema, aunque estas tareas podrían realizarse en cualquier orden.