En el universo de la gestión ágil, especialmente en el marco Scrum referenciado por el SBOK, el liderazgo juega un papel fundamental. Uno de los estilos de liderazgo que ha generado cierto debate en el contexto ágil es el liderazgo autocrático. Según el SBOK, un líder autocrático es aquel que toma decisiones de manera unilateral, ofreciendo poco o ningún espacio para que los miembros del equipo participen en el proceso decisorio. A primera vista, este estilo puede parecer contrario a la esencia colaborativa de Scrum.
Sin embargo, es esencial comprender que ningún estilo de liderazgo es intrínsecamente bueno o malo, sino que su eficacia depende del contexto. En ciertas situaciones críticas, cuando se requiere una acción rápida y decisiva, un líder autocrático puede ser la solución. Estas situaciones pueden ser momentos donde el riesgo es alto y el tiempo para deliberar es escaso, lo que justifica la necesidad de una decisión inmediata.
No obstante, es fundamental que el uso de un liderazgo autocrático en un entorno Scrum sea la excepción y no la norma. El marco Scrum se basa en la colaboración, la autoorganización y el feedback constante. Un liderazgo que inhiba estas prácticas puede poner en riesgo el flujo y la dinámica del equipo, y eventualmente, el proyecto en sí.
El SBOK subraya que el liderazgo autocrático, aunque efectivo en ciertas circunstancias, debe usarse con precaución. El desafío es identificar cuándo es apropiado y cuándo podría ser perjudicial. La clave reside en el equilibrio y en la capacidad del líder para adaptarse y cambiar su estilo según las necesidades del equipo y del proyecto.
En el marco Scrum, aunque el equipo se autoorganiza, puede surgir la figura de un líder autocrático, generalmente en roles como el de Scrum Master o incluso el Product Owner, en situaciones de crisis o decisiones urgentes. Este tipo de liderazgo se manifiesta al tomar decisiones rápidas y unilaterales, especialmente cuando el proyecto enfrenta riesgos significativos o desafíos inesperados y requiere una solución inmediata. Se practica con herramientas y técnicas que permiten una acción decidida y rápida, dejando poco espacio para la deliberación.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Durante una crisis de producción, un líder autocrático decide revertir a una versión anterior del software sin esperar feedback del equipo.
- Ante un fallo crítico en una funcionalidad clave, el líder toma la decisión de posponer su lanzamiento, sin consultar al equipo.
- Durante una revisión de sprint, al identificar que ciertos objetivos no se cumplirán, un líder autocrático replanifica las tareas de manera unilateral.
- En una negociación con stakeholders, el líder decide cambiar las prioridades del backlog sin consultar previamente al equipo.
- Al identificar un riesgo inminente que puede comprometer el proyecto, el líder autocrático toma medidas preventivas sin esperar la opinión del equipo.
