La línea base, o baseline, es un término utilizado en la gestión de proyectos para referirse a la versión aprobada de un producto de trabajo que se utiliza como referencia para comparar los resultados reales. Es una herramienta fundamental en el monitoreo y control de los proyectos, y juega un papel crucial en su éxito.
En términos generales, la línea base es un punto de referencia a partir del cual se miden las variaciones. Cuando se establece una línea base, todos los aspectos importantes del proyecto, como el alcance, el costo y el cronograma, son registrados en detalle. Estos datos son luego utilizados para monitorear el progreso del proyecto y asegurar que se está moviendo en la dirección correcta.
Las líneas base ayudan a los gerentes de proyectos a medir el rendimiento del proyecto y a detectar cualquier desviación en relación a los planes originales. Estas desviaciones, a menudo llamadas variaciones, pueden ser el resultado de cambios imprevistos, errores, omisiones o incluso mejoras en el proceso.
Además de su uso para el seguimiento del rendimiento, las líneas base también son fundamentales para el cambio de gestión. Antes de que se pueda hacer cualquier cambio en el proyecto, los gerentes deben comparar el estado actual del proyecto con la línea base para entender el impacto del cambio propuesto.
Es importante tener en cuenta que aunque la línea base es un punto de partida, no es algo estático. Puede ser revisada y modificada a medida que cambian las condiciones del proyecto, siempre y cuando estos cambios sean aprobados mediante el proceso formal de gestión del cambio.
Por último, establecer una línea base sólida y precisa requiere de una planificación cuidadosa, análisis y experiencia. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena, ya que una línea base bien definida puede ser un aliado poderoso en la gestión exitosa de un proyecto.
La línea base es establecida por el gerente del proyecto, con la aprobación de los principales interesados al principio del proyecto. Se crea utilizando información detallada sobre los aspectos clave del proyecto, como el alcance, el costo y el cronograma, y se realiza mediante software de gestión de proyectos o incluso mediante herramientas de ofimática más simples.
Algunos ejemplos gráficos son los siguientes: