La evitación del riesgo es una estrategia fundamental en la gestión de riesgos dentro del ámbito de los proyectos y portafolios. Esta táctica implica que el equipo del proyecto tome medidas proactivas para eliminar por completo la amenaza, o en su defecto, para proteger al proyecto de cualquier impacto negativo que pueda surgir a causa de dicho riesgo. Al adoptar un enfoque de evitación, los gestores y el equipo del proyecto buscan reducir la probabilidad de ocurrencia del riesgo a cero, asegurando así la integridad y el éxito del proyecto.
Implementar una estrategia de evitación del riesgo requiere de un análisis cuidadoso y de una planificación meticulosa. Es imperativo identificar los riesgos potenciales lo más temprano posible, para poder desarrollar estrategias efectivas que permitan eliminar o mitigar dichos riesgos. Este proceso implica la evaluación de todas las posibles amenazas, la determinación de su impacto potencial y la implementación de medidas preventivas para evitar que el riesgo se materialice.
Una de las ventajas de la evitación del riesgo es que, al eliminar la amenaza, se reduce la necesidad de recursos para la gestión de riesgos durante la ejecución del proyecto. Esto no solo ahorra tiempo y dinero, sino que también permite que el equipo del proyecto se enfoque en otras áreas críticas del proyecto, mejorando así la eficiencia general y la probabilidad de éxito.
Sin embargo, es importante señalar que no todos los riesgos pueden ser evitados. En algunos casos, la evitación puede resultar en cambios significativos en el plan del proyecto, o incluso en la cancelación del mismo si el riesgo es demasiado grande y no puede ser mitigado de manera efectiva. En estos casos, es crucial tener planes de contingencia y estrategias alternativas de respuesta al riesgo.
La evitación del riesgo, por lo tanto, juega un papel crucial en la gestión de proyectos y portafolios, proporcionando un marco de trabajo para identificar, analizar y eliminar riesgos potenciales antes de que puedan afectar al proyecto. Al adoptar esta estrategia, los equipos del proyecto pueden asegurar un camino más suave hacia el éxito, protegiendo los recursos y asegurando la entrega oportuna y exitosa del proyecto.
La estrategia de evitación del riesgo es implementada por el equipo de gestión del proyecto, que puede incluir al gerente de proyecto, analistas de riesgo, y otros miembros clave del equipo. Este equipo trabaja conjuntamente para identificar posibles amenazas, analizar su impacto potencial, y desarrollar estrategias para eliminar o proteger el proyecto de estos riesgos. Este proceso se realiza durante la fase de planificación del proyecto y continúa a lo largo de su ejecución, asegurando que todos los riesgos potenciales sean identificados y abordados de manera oportuna. Para llevar a cabo estas tareas, el equipo utiliza herramientas de análisis de riesgo, software de gestión de proyectos, y técnicas de evaluación de riesgo.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- En un proyecto de construcción, se identificó el riesgo de retrasos debido a condiciones climáticas adversas. Para evitar este riesgo, el equipo decidió adelantar las actividades de construcción programadas para la temporada de lluvias, realizándolas en un periodo con condiciones climáticas más favorables.
- En un proyecto de desarrollo de software, se reconoció el riesgo de no cumplir con las fechas de entrega debido a la falta de experiencia del equipo en una tecnología específica. Para evitar este riesgo, el equipo decidió subcontratar esa parte del proyecto a una empresa especializada en dicha tecnología.
- En un proyecto de investigación, se identificó el riesgo de no obtener resultados válidos debido a la obsolescencia del equipo utilizado. Para evitar este riesgo, el equipo decidió invertir en equipo de última tecnología antes de iniciar los experimentos.
- En un proyecto de implementación de un nuevo sistema ERP, se detectó el riesgo de resistencia al cambio por parte de los usuarios. Para evitar este riesgo, el equipo desarrolló un programa integral de capacitación y acompañamiento para los usuarios.
- En un proyecto de expansión internacional, se identificó el riesgo de no cumplir con la normativa local en el nuevo país. Para evitar este riesgo, el equipo decidió contratar a un asesor legal local que ayudara a asegurar que todos los procesos y productos cumplieran con la legislación vigente.