En el ámbito del desarrollo ágil y, específicamente, en el marco de Scrum, las historias de usuario son una herramienta esencial para definir las características y funcionalidades deseadas de un producto desde la perspectiva del usuario final. El término “número de historias” hace referencia a cuántas de estas descripciones concisas y orientadas al usuario se planifican para ser completadas en un sprint específico.
La determinación de este número es fundamental para establecer expectativas claras y alcanzables para el equipo de desarrollo durante el sprint. Esto no solo ayuda a definir la carga de trabajo sino también a gestionar de manera efectiva los recursos y el tiempo disponible. El conteo de historias puede expresarse simplemente como una cifra, indicando cuántas historias se planean abordar. Sin embargo, a veces se puede optar por un conteo ponderado, especialmente si las historias varían considerablemente en tamaño o complejidad.
La ponderación se aplica a las historias para dar una idea más precisa de la carga de trabajo. Por ejemplo, una historia grande que requiere mucho esfuerzo podría tener un valor ponderado más alto que una historia pequeña y más directa. Al usar este método, los equipos pueden equilibrar mejor su carga de trabajo y asegurarse de que no se sobrecarguen.
Es esencial comprender que el objetivo principal no es simplemente aumentar el número de historias en un sprint, sino asegurarse de que cada historia sea viable, valiosa y se entregue con calidad. Algunos equipos podrían optar por manejar un número menor de historias más grandes, mientras que otros podrían preferir muchas historias más pequeñas.
Finalmente, es crucial recordar que el número de historias es solo una métrica entre muchas en el arsenal de Scrum. Aunque es útil para la planificación, no debe ser la única métrica considerada al evaluar el éxito o la eficiencia de un sprint.
El “número de historias” es determinado por el equipo de desarrollo en colaboración con el propietario del producto durante las reuniones de planificación del sprint. Se decide basándose en la prioridad, el tamaño y la complejidad de las historias presentes en el backlog del producto. Esta determinación se realiza al comienzo de cada sprint y se basa en las capacidades del equipo y las historias de usuario en el backlog del producto.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Durante una reunión de planificación de sprint para una aplicación de mensajería, el equipo decide trabajar en 8 historias, que incluyen funciones como enviar imágenes, cambiar estados y crear grupos.
- Un equipo que desarrolla un software de gestión de proyectos decide abordar 5 historias grandes en un sprint, incluyendo la integración con otras herramientas y la creación de un panel de control avanzado.
- Al trabajar en una aplicación de fitness, un equipo opta por 15 historias más pequeñas, centradas en ejercicios individuales y seguimientos diarios.
- Un equipo trabajando en un juego móvil decide centrarse en 3 historias clave para su próximo sprint, todas relacionadas con la introducción de nuevos niveles y desafíos.
- Durante la planificación de una plataforma de e-learning, el equipo se compromete a finalizar 10 historias centradas en la interactividad del usuario, la creación de contenidos y la gamificación.