La “Variación del Cronograma” (SV), también conocida como “Schedule Variance” en inglés, es una métrica esencial en la gestión de proyectos. Su principal objetivo es evaluar cuánto se ha desviado el rendimiento actual del proyecto de lo que originalmente se había planificado en términos de tiempo. La ecuación para calcular la SV es bastante sencilla, pero poderosa: SV = Valor Ganado (EV) – Valor Planificado (PV). Si el resultado es positivo, indica que el proyecto va adelante de lo planeado, mientras que un valor negativo denota un retraso.
El Valor Ganado (EV) representa el valor del trabajo que realmente se ha completado hasta el momento. Esta métrica se compara con el Valor Planificado (PV), que es el valor del trabajo que se esperaba haber completado a esta altura del proyecto. La diferencia entre estos dos valores nos da la SV.
El PMBOK (Project Management Body of Knowledge) de la 6ª edición, que es una guía estándar global para la gestión de proyectos, destaca la importancia de utilizar métricas como la SV para monitorear y controlar el progreso del proyecto. Es una herramienta fundamental para los gerentes de proyectos que buscan mantener el proyecto en el camino correcto.
Una de las principales ventajas de utilizar la SV es su capacidad para proporcionar una alerta temprana sobre posibles problemas en el cronograma. Si un proyecto comienza a mostrar una variación negativa de manera constante, es una señal clara de que se deben revisar y ajustar las actividades planificadas.
La “Variación del Cronograma (SV)” es una métrica que suele ser realizada por el gerente del proyecto o por el equipo de control de proyectos. Se hace mediante la fórmula SV = EV – PV, donde EV es el Valor Ganado y PV es el Valor Planificado. Esta métrica se calcula regularmente, a menudo en intervalos establecidos durante la vida del proyecto, como semanal o mensualmente. Se lleva a cabo utilizando software de gestión de proyectos, hojas de cálculo o incluso manualmente, aunque se prefieren las herramientas digitales por su precisión.
Para comprender mejor el cálculo de la “Variación del Cronograma (SV)”, examinemos tres ejemplos numéricos:
Ejemplo 1: Supongamos que para una tarea particular de un proyecto, el Valor Planificado (PV) es de $1000 y el Valor Ganado (EV) es de $800. La SV se calcularía como:
SV = EV – PV
SV = $800 – $1000
SV = -$200
En este caso, el proyecto va retrasado en $200 respecto al cronograma.
Ejemplo 2: En otra tarea, el PV es de $1500 y el EV es de $1600.
SV = EV – PV
SV = $1600 – $1500
SV = $100
El proyecto va adelantado en $100 respecto al cronograma.
Ejemplo 3: Para una tercera tarea, el PV es de $500 y el EV es de $500.
SV = EV – PV
SV = $500 – $500
SV = $0
El proyecto está exactamente en línea con lo planeado en términos de cronograma.
Interpretación: A través de estos ejemplos, podemos ver cómo la Variación del Cronograma ayuda a los gerentes de proyecto a identificar si una tarea está adelantada, retrasada o justo en línea con el cronograma planificado. Es esencial interpretar estos valores y tomar medidas correctivas si son necesarias para mantener el proyecto en el camino deseado.