En la gestión ágil de proyectos, la referencia a una persona “En forma de ‘T'” ha cobrado gran relevancia en los últimos años. Esta nomenclatura simboliza la estructura de habilidades que tiene un individuo. Imagina la letra ‘T’. La línea horizontal representa una gama amplia de habilidades generales en las que una persona es competente, mientras que la línea vertical indica un área específica en la que el individuo tiene un profundo conocimiento y especialización.
El concepto detrás del perfil “En forma de ‘T'” es que, en un entorno ágil, es esencial que los miembros del equipo no solo tengan una especialización sino también la capacidad de colaborar en diversas áreas cuando sea necesario. Es decir, no solo deben ser expertos en un área, sino también tener habilidades transferibles que los hagan valiosos en varios aspectos de un proyecto. Esta combinación de habilidades permite a los equipos ser más versátiles, adaptativos y resilientes ante los cambios.
Por el contrario, una persona “En forma de ‘I'” tiene un conjunto de habilidades muy especializadas, pero carece de habilidades generales. Aunque estas personas son extremadamente valiosas en su área de especialización, pueden encontrar dificultades en ambientes ágiles donde se requiere una adaptabilidad y flexibilidad más amplia.
Otro concepto relacionado es el del “Peine Roto”. Un individuo con este perfil tiene múltiples áreas de especialización (los dientes del peine) pero también cuenta con espacios entre esas especializaciones. Esto significa que son expertos en diversos campos, pero carecen de habilidades en ciertas áreas intermedias.
Dentro de un equipo ágil, tener personas “En forma de ‘T'” es altamente beneficioso. Proporcionan un equilibrio entre la especialización y la generalización, lo que significa que pueden tomar la delantera en su área de expertise y también colaborar de manera efectiva en otros aspectos del proyecto.
El perfil “En forma de ‘T'” es generalmente adoptado y desarrollado por profesionales que buscan tener un equilibrio entre ser especializados y versátiles. Se logra mediante la formación y experiencia profunda en un área particular, y simultáneamente adquiriendo conocimientos generales en múltiples áreas relacionadas. Esta formación suele ser una combinación de educación formal, capacitación en el trabajo y autoaprendizaje. Se busca adoptar este perfil cuando un profesional quiere destacarse en equipos ágiles, multidisciplinarios y en entornos donde la adaptabilidad es clave.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Desarrollador de Software: Un programador que se especializa en Python, pero también tiene habilidades generales en bases de datos, diseño UX/UI y gestión de proyectos.
- Ingeniero Civil: Un experto en diseño estructural que también tiene conocimientos generales en urbanismo, gestión de obras y normativas medioambientales.
- Diseñador Gráfico: Un especialista en branding que además posee habilidades generales en diseño web, ilustración y fotografía.
- Analista de Marketing: Un profesional que se especializa en marketing digital, pero también tiene un entendimiento general sobre relaciones públicas, diseño gráfico y ventas.
- Científico de Datos: Una persona especializada en machine learning, pero que también conoce sobre estadística general, programación y visualización de datos.