El Sesgo Organizacional se refiere a las inclinaciones o preferencias inherentes que una organización tiene hacia ciertas prácticas o valores sobre otros. Estas inclinaciones, aunque a menudo no expresadas explícitamente, influyen en cómo la organización toma decisiones, prioriza tareas y asigna recursos.
Una de estas escalas de preferencia es la de exploración versus ejecución. Mientras que la exploración se refiere a la búsqueda de nuevas oportunidades, innovaciones y posibilidades, la ejecución se centra en la realización eficaz y eficiente de tareas y operaciones actuales. Una organización podría estar más inclinada hacia la innovación y la búsqueda de nuevos mercados, mientras que otra podría centrarse en mejorar y optimizar sus operaciones existentes.
Otra escala importante es la de velocidad versus estabilidad. Algunas organizaciones pueden priorizar la rapidez de entrega, la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado o la capacidad de lanzar nuevos productos con rapidez. Por otro lado, otras organizaciones pueden valorar la estabilidad, buscando asegurar que cada paso esté bien pensado y minimizar los riesgos.
La escala cantidad versus calidad se refiere a la preferencia entre producir más o producir mejor. Mientras que algunas organizaciones pueden enfocarse en la producción masiva, otras pueden decidir producir menos, pero de mayor calidad, garantizando que cada producto cumpla con los estándares más altos.
Finalmente, la escala de flexibilidad versus predictibilidad enfrenta la capacidad de una organización para adaptarse y cambiar según las circunstancias contra la capacidad de mantener un curso constante y predecible. Mientras que la flexibilidad es valiosa en mercados volátiles y cambiantes, la predictibilidad puede ser esencial en industrias donde la consistencia y la fiabilidad son críticas.
El Sesgo Organizacional es identificado y, a menudo, subconscientemente practicado por los líderes y miembros de una organización. Se establece a través de la cultura corporativa, los valores compartidos, las experiencias pasadas y la visión de los líderes. Este sesgo se manifiesta cuando se toman decisiones estratégicas, se establecen prioridades y se determina la dirección general de la organización. Para identificar estos sesgos, se utilizan análisis organizacionales, encuestas internas y observaciones del comportamiento y decisiones de la organización a lo largo del tiempo.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Startups tecnológicas: Tienden a tener un sesgo hacia la exploración, velocidad y flexibilidad, ya que buscan innovar rápidamente y adaptarse a los mercados cambiantes.
- Bancos tradicionales: A menudo muestran un sesgo hacia la ejecución, estabilidad, calidad y predictibilidad, garantizando la seguridad y confiabilidad de sus operaciones.
- Empresas de moda rápida: Como Zara, pueden mostrar un sesgo hacia la velocidad y cantidad, buscando producir y lanzar rápidamente nuevas colecciones basadas en tendencias actuales.
- Fabricantes de automóviles de lujo: Como Rolls-Royce, probablemente tengan un sesgo hacia la calidad, asegurándose de que cada vehículo cumpla con los estándares más altos.
- Agencias gubernamentales: En campos como la seguridad nacional, podrían mostrar un sesgo hacia la predictibilidad y estabilidad, buscando mantener un orden y procedimientos consistentes.