La Lista corta de riesgos es una herramienta ampliamente empleada en el mundo de la gestión de proyectos para facilitar la identificación y comprensión de los riesgos potenciales que un proyecto puede enfrentar. Pero, ¿por qué es tan relevante? En primer lugar, la incertidumbre es inherente a cualquier proyecto. Esta incertidumbre puede manifestarse en forma de riesgos, y es fundamental ser proactivo en su identificación para tomar medidas preventivas adecuadas. La Lista corta de riesgos sirve como un catalizador en este proceso.
Estas listas son colecciones predefinidas de riesgos típicos basados en experiencias pasadas de proyectos similares o en la misma industria. Ayudan a evitar que los equipos pasen por alto riesgos que ya se han encontrado previamente en circunstancias similares. Imagine tener que identificar riesgos desde cero para cada proyecto; el proceso sería extremadamente tedioso y propenso a errores.
Además, no todas las industrias y proyectos enfrentan los mismos tipos de riesgos. Por ejemplo, un proyecto de construcción enfrentará riesgos relacionados con la seguridad del sitio, el clima y la logística, mientras que un proyecto de desarrollo de software podría centrarse en los bugs, la integridad del código y la adaptabilidad del usuario. Las Listas cortas de riesgos ofrecen una estructura adaptada a las características específicas de cada tipo de proyecto.
Al ser de dominio público, estas listas están fácilmente disponibles para los profesionales de la gestión de proyectos. Sin embargo, es fundamental que cada equipo las adapte a su contexto particular. Utilizar una lista genérica sin adaptaciones puede llevar a ignorar riesgos específicos de un proyecto o a dar demasiado énfasis a riesgos que no son tan relevantes en el contexto actual.
En el ámbito de la gestión de proyectos, es común que el director del proyecto junto con su equipo de trabajo utilicen la Lista corta de riesgos. Se hace durante las fases iniciales del proyecto, especialmente durante la planificación del mismo, aunque puede revisarse a lo largo del ciclo de vida del proyecto. Mediante sesiones de lluvia de ideas, análisis y revisiones regulares. Se hace utilizando listas previamente definidas, adaptándolas al contexto específico del proyecto en cuestión y consultando el SBOK para obtener mejores prácticas y orientaciones.
Proyecto: Desarrollo de una nueva aplicación móvil para la gestión de finanzas personales.
– Riesgo relacionado con la interfaz: Los usuarios pueden encontrar la interfaz no intuitiva y difícil de usar, lo que lleva a una baja adopción.
-Riesgo de integración: Problemas al integrarse con otros sistemas bancarios o financieros, causando fallos en la funcionalidad.
-Riesgo de seguridad: Posibles vulnerabilidades en el código que podrían ser explotadas por actores maliciosos.
-Riesgo de cumplimiento: La aplicación podría no cumplir con todas las regulaciones financieras, lo que resulta en sanciones.
– Riesgo de rendimiento: La aplicación puede enfrentar problemas de escalabilidad cuando un gran número de usuarios la utilice simultáneamente.
– Riesgo de actualización: Las actualizaciones del sistema operativo móvil podrían hacer que la aplicación sea incompatible o presente errores.