La “Experiencia del Scrum Guidance Body” (SGB) es un concepto esencial en la metodología Scrum, especialmente cuando se trata de asegurar la calidad y eficacia de un proyecto. En primer lugar, el SGB no es una entidad en sí, sino más bien un conjunto de reglas, regulaciones y directrices documentadas que sirven como referencia para los equipos de Scrum. Estas reglas y regulaciones están diseñadas para guiar a los equipos en sus esfuerzos por desarrollar y entregar productos de alta calidad. Además, la experiencia del SGB no se limita a las simples reglas y regulaciones. También incluye lineamientos de desarrollo, estándares y las mejores prácticas que se han probado y validado en múltiples escenarios de proyectos. Estas prácticas y estándares son cruciales para garantizar que el equipo de Scrum trabaje de manera cohesiva y produzca resultados que cumplan con los objetivos y expectativas del proyecto. Por último, es vital comprender que la experiencia del SGB es una entidad en constante evolución. A medida que la industria cambia y las tecnologías avanzan, también lo hacen las mejores prácticas y lineamientos, asegurando que los equipos de Scrum estén siempre equipados con la información más actualizada.
La Experiencia del Scrum Guidance Body la establece y mantiene el Scrum Guidance Body, que es una entidad o grupo de expertos en la metodología Scrum. Se implementa siguiendo las directrices y regulaciones documentadas que se han desarrollado a lo largo del tiempo, con el propósito de ser usadas durante todas las fases de un proyecto Scrum. Se pone en práctica mediante la utilización de herramientas, plantillas y documentos que reflejen los lineamientos y estándares propuestos por el SGB.
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– Reglas y Regulaciones: Adhesión estricta al marco Scrum, incluyendo ceremonias como Daily Stand-ups, Sprint Planning, y Sprint Retrospectives.
– Lineamientos de Desarrollo: Uso de pruebas unitarias para cada funcionalidad, revisión de código peer-to-peer y lanzamientos iterativos.
– Estándares: Todas las funcionalidades deben cumplir con los criterios de aceptación preestablecidos, asegurando la calidad antes de la entrega al cliente.
– Mejores Prácticas: Incorporación de feedback continuo del cliente durante todo el proceso de desarrollo, implementación de integración continua y despliegue continuo, y uso de herramientas de seguimiento de errores para gestionar y corregir problemas.