La Teoría Y es una de las dos teorías formuladas por Douglas McGregor en los años 60 para describir dos perspectivas contrastantes de la naturaleza humana y el comportamiento en el lugar de trabajo. Según la Teoría Y, se asume que los trabajadores son inherentemente motivados, desean asumir responsabilidades y pueden autodirigirse y autorregularse.
A diferencia de su contraparte, la Teoría X, que considera que los empleados son inherentemente perezosos y necesitan supervisión constante, la Teoría Y aboga por una gestión que confía y empodera a los empleados. En la práctica, este enfoque puede resultar en un ambiente laboral más dinámico y productivo.
Los líderes que adoptan la Teoría Y creen que los empleados buscan hacer su mejor trabajo y que, si se les da la oportunidad, buscarán y aceptarán roles con más responsabilidad. Esta mentalidad reconoce el potencial humano, promueve el crecimiento individual y fomenta un entorno donde las ideas y opiniones de los empleados son valoradas.
Un estilo de gestión basado en la Teoría Y tiende a ser más colaborativo. Los líderes buscan la opinión de sus equipos y promueven un ambiente de confianza mutua. Esta apertura puede llevar a una mayor innovación, ya que los empleados se sienten empoderados para compartir sus ideas y soluciones sin temor a represalias.
Sin embargo, como con cualquier teoría, es importante recordar que la Teoría Y no es un enfoque único para todos. Cada organización, y de hecho cada empleado, es único. Sin embargo, las prácticas fundamentales de confianza, responsabilidad y colaboración pueden beneficiar a muchas organizaciones, especialmente aquellas que buscan promover una cultura de innovación.
La Teoría Y tiene una notable similitud con los principios del SBOK. En la gestión ágil, la confianza y la colaboración entre los miembros del equipo son esenciales. Reconocer la autodirección y la autogestión como capacidades inherentes de los empleados es fundamental para el éxito en un entorno Scrum.
Los líderes o gestores son quienes implementan la Teoría Y, adoptando un enfoque de gestión basado en la confianza y la colaboración. Lo hacen creando un ambiente laboral donde los empleados se sienten valorados y empoderados, lo cual se practica continuamente, pero se pone especialmente en evidencia durante las revisiones de desempeño y planificación estratégica. La implementación de la Teoría Y se realiza mediante herramientas de gestión participativa, como sesiones de brainstorming, encuestas de retroalimentación y programas de desarrollo profesional.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Una empresa de software adopta la Teoría Y al permitir que sus desarrolladores propongan y lideren nuevos proyectos basados en sus propias ideas e intereses.
- Un restaurante que invita a todos los empleados, desde cocineros hasta camareros, a participar en las decisiones del menú, reflejando la adopción de la Teoría Y.
- Una organización que permite a los empleados establecer sus propios horarios, confiando en que administrarán su tiempo eficazmente para cumplir con sus responsabilidades.
- Una empresa que promueve sesiones de brainstorming abiertas, donde todos, independientemente de su rango, pueden proponer ideas para nuevos productos o servicios.
- Un líder de equipo que, en lugar de asignar tareas específicas, presenta un problema al equipo y les permite decidir cómo abordar y dividir el trabajo.