Los proveedores son elementos cruciales en el marco de gestión de proyectos, especialmente cuando hablamos del Scrum Body of Knowledge (SBOK). Dentro del amplio espectro de la gestión de proyectos, se identifica a los proveedores como aquellas entidades que, ya sean individuos u organizaciones, aportan valor a través de servicios o productos específicos.
A menudo, estas entidades ofrecen soluciones o recursos que no están al alcance interno del equipo de proyecto, ya sea debido a limitaciones de competencia o restricciones de capacidad. En este contexto, el papel de los proveedores no se limita simplemente a la venta de un producto o servicio, sino que se convierten en socios estratégicos en la entrega exitosa del proyecto.
El SBOK reconoce la importancia de estos actores y proporciona directrices sobre cómo interactuar y gestionar estas relaciones. Una adecuada selección y gestión de proveedores puede marcar la diferencia entre un proyecto que avanza fluidamente y uno que enfrenta múltiples obstáculos.
Es vital que las organizaciones entiendan que no todas las competencias deben ser internalizadas. En un mundo interconectado y especializado, el apoyo de proveedores externos se ha convertido en una práctica estándar y a menudo necesaria. No se trata solo de economizar recursos, sino de aprovechar el conocimiento y la experiencia especializada que los proveedores pueden ofrecer.
Además, una adecuada relación con los proveedores puede abrir puertas a innovaciones y mejoras en el proyecto, ya que pueden aportar perspectivas frescas y soluciones probadas en otros contextos que podrían ser aplicables al proyecto en cuestión.
No obstante, es fundamental establecer expectativas claras, contratos bien definidos y una comunicación abierta y transparente con los proveedores. Esto garantiza que ambas partes estén alineadas en sus objetivos y que el proyecto se beneficie de la colaboración.
Los proveedores son normalmente seleccionados y gestionados por el equipo de compras o el gestor del proyecto, dependiendo de la estructura de la organización. Se lleva a cabo a través de procesos de licitación, selección y negociación. Esta interacción ocurre generalmente en las fases iniciales de un proyecto, cuando se identifican las necesidades de recursos externos, y se utiliza documentación contractual y sistemas de gestión para formalizar y gestionar estas relaciones.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Una empresa de software contratando a un proveedor externo para pruebas de penetración de seguridad, ya que no cuentan con expertos en seguridad internamente.
- Una organización que busca desarrollar una aplicación móvil y contrata a un diseñador gráfico externo para diseñar la interfaz de usuario.
- Un equipo de proyecto que requiere almacenamiento en la nube y contrata a un proveedor de servicios de cloud computing.
- Una startup que necesita una campaña de marketing y decide trabajar con una agencia de publicidad especializada.
- Una empresa que está expandiendo su infraestructura y contrata a un proveedor para instalaciones eléctricas y de red.