La gestión de proyectos, especialmente en el contexto ágil basado en el SBOK, requiere diferentes estilos de liderazgo para afrontar diversos desafíos. Uno de esos estilos es el liderazgo enfocado en las tareas. Este tipo de líder se distingue por su atención constante a las tareas específicas y su empeño en que se realicen dentro de los plazos establecidos.
No es casualidad que estos líderes destaquen en ambientes donde se necesitan resultados rápidos y eficientes. Su habilidad reside en desglosar objetivos más grandes en tareas manejables y luego asegurarse de que se cumplan a tiempo. Esta orientación al detalle y a la ejecución garantiza que los proyectos no se descarrilen por demoras o desvíos inesperados.
Sin embargo, es crucial entender que un líder centrado en las tareas no necesariamente ignora las necesidades humanas de su equipo. La clave de su éxito no solo radica en la ejecución técnica sino también en la capacidad de motivar y alinear a su equipo con los objetivos del proyecto, garantizando que cada miembro esté claro en sus responsabilidades.
A pesar de sus ventajas, este estilo de liderazgo no siempre es el mejor en todas las circunstancias. Por ejemplo, en proyectos que requieren mucha creatividad o exploración, un enfoque demasiado rígido en las tareas puede sofocar la innovación. De igual manera, una concentración excesiva en las tareas puede a veces eclipsar las necesidades emocionales o profesionales del equipo.
Por tanto, el equilibrio es vital. Un líder enfocado en las tareas debe saber cuándo es esencial cumplir estrictamente con los plazos y cuándo es necesario ofrecer flexibilidad y apoyo a su equipo. En última instancia, este tipo de líder busca la excelencia en la ejecución, garantizando que los proyectos se completen con eficiencia y precisión.
En la metodología del SBOK, el líder enfocado en las tareas es quien garantiza la ejecución precisa de las tareas del proyecto. Se encarga de descomponer los objetivos en acciones específicas y supervisar su realización, asegurándose de que se adhieran a los plazos previstos. Estos líderes utilizan herramientas de gestión y seguimiento para monitorear el progreso y, en muchas ocasiones, trabajan en estrecha colaboración con otros líderes o gerentes del proyecto para garantizar que todos los aspectos estén alineados.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Durante un sprint de software, el líder centrado en las tareas asigna tareas específicas a cada desarrollador, asegurándose de que se entreguen antes de la fecha límite del sprint.
- En la organización de un evento, este líder crea una lista detallada de responsabilidades y se asegura de que cada elemento se complete según el cronograma.
- En una cadena de producción, el líder supervisa el ritmo de trabajo, ajustando el flujo para cumplir con las cuotas diarias.
- Al lanzar un nuevo producto, el líder centra su atención en los hitos de producción y distribución, asegurándose de que se cumplan a tiempo.
- Durante una campaña de marketing, este tipo de líder sigue de cerca el calendario de publicaciones y promociones, garantizando una implementación puntual.