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La gestión eficiente de cualquier proyecto ágil depende en gran medida de una adecuada estimación de tareas. En la metodología Scrum, esta actividad es crucial y sirve como columna vertebral para planificar y ejecutar sprints o ciclos de desarrollo de manera efectiva. La idea central es prever cuánto esfuerzo, generalmente medido en horas o puntos, se necesitará para completar cada tarea o historia de usuario en la lista de pendientes o backlog.

El proceso de estimación no es una mera adivinanza. Es un ejercicio estructurado que requiere la colaboración del equipo principal de Scrum. Este equipo, compuesto por el Product Owner, el Scrum Master y el equipo de desarrollo, trabaja conjuntamente para definir la complejidad y el esfuerzo asociado a cada tarea. A través de técnicas de estimación como el Planning Poker, entre otras, el equipo llega a un consenso sobre cuánto tiempo o cuántos puntos se necesitan para cada tarea.

Una vez que estas estimaciones están en su lugar, se creará la Effort Estimated Task List, que es esencialmente una lista de tareas donde cada una tiene asignado un valor estimado de esfuerzo. Esta lista es vital para que el Product Owner pueda priorizar tareas y para que el equipo pueda decidir qué tareas se llevarán a cabo en el próximo sprint.

Las estimaciones también desempeñan un papel crucial en la mejora continua, un pilar de Scrum. Al comparar las estimaciones con el esfuerzo real invertido en las tareas, los equipos pueden refinar y mejorar su precisión en las estimaciones en sprints futuros. Es esencial entender que las estimaciones no están escritas en piedra. Están destinadas a ser revisadas y ajustadas según las retroalimentaciones y aprendizajes del equipo.

El equipo principal de Scrum, compuesto por el Product Owner, Scrum Master y el equipo de desarrollo, se encarga de estimar las tareas. Utilizan técnicas como el Planning Poker para llegar a un consenso sobre el esfuerzo necesario para cada tarea, basándose en su experiencia y conocimiento del proyecto. Este proceso de estimación se lleva a cabo durante las reuniones de planificación del sprint, utilizando herramientas como tableros Scrum, aplicaciones de seguimiento de proyectos o simplemente tarjetas y post-its.

La estimación en Scrum y en la mayoría de las metodologías ágiles se basa en métodos analíticos. Esto significa que se utiliza un enfoque sistemático y basado en datos para predecir el esfuerzo necesario para una tarea. Una de las técnicas más populares es el uso de “puntos de historia” que representan la complejidad de una tarea en relación con otras.

Supongamos que un equipo tiene tres tareas: A, B y C. Durante una sesión de Planning Poker, la tarea A recibe una estimación de 3 puntos, la B de 5 puntos y la C de 8 puntos. Estos números no representan horas sino la complejidad relativa. Si el equipo sabe que en sprints anteriores ha completado un total de 16 puntos, entonces es probable que puedan abordar las tres tareas en el próximo sprint. Sin embargo, si surgen desafíos inesperados con la tarea C y se requieren más esfuerzos, el equipo revisará y ajustará sus estimaciones en el futuro.

Estimar utilizando puntos de historia o cualquier otro método analítico es una técnica para prever el trabajo basándose en la experiencia pasada y el conocimiento actual. Es una herramienta de planificación y no una medida absoluta. La clave está en el aprendizaje constante y en la adaptación a partir de las diferencias entre las estimaciones y el esfuerzo real.

 

 

 

 

 

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