El desarrollo iterativo es una de las piedras angulares de las metodologías ágiles, como Scrum, y es esencial en la gestión moderna de proyectos. En lugar de entregar un producto o servicio en un bloque monolítico al final de un ciclo de desarrollo prolongado, el enfoque iterativo busca entregar valor al cliente de forma gradual y sistemática.
Cada iteración es, en esencia, un mini proyecto completo. Incluye fases de planificación, diseño, implementación, prueba y revisión. Al final de cada iteración, se produce un entregable que aporta valor al cliente. Esto no solo significa que el cliente recibe beneficios de forma temprana y continua, sino que también se beneficia de un producto o servicio que ha sido revisado y refinado en múltiples ocasiones.
El proceso iterativo también favorece la adaptabilidad. Dado que el proyecto se revisa y evalúa constantemente, es más fácil adaptarse a los cambios en los requisitos o en el entorno del proyecto. Esta flexibilidad es especialmente valiosa en mercados o industrias donde las condiciones cambian rápidamente.
Otro beneficio vital del desarrollo iterativo es la retroalimentación temprana. Los clientes, al interactuar con las entregas iniciales, pueden ofrecer sus comentarios y opiniones, permitiendo al equipo de desarrollo realizar ajustes antes de que se invierta demasiado tiempo o recursos en una dirección particular.
No obstante, para que este enfoque sea efectivo, es crucial una comunicación constante y abierta entre el equipo de desarrollo y el cliente. Las expectativas deben ser gestionadas adecuadamente para garantizar que ambos entiendan qué se entregará en cada iteración y cuál es el valor que aporta.
Finalmente, el desarrollo iterativo, cuando se implementa correctamente, puede llevar a una mayor satisfacción del cliente y a un producto o servicio superior. Al centrarse en entregar valor de forma gradual y constante, los proyectos son más adaptables, receptivos y alineados con las necesidades del cliente.
El desarrollo iterativo es llevado a cabo por el Equipo Scrum, bajo la guía del Scrum Master y con la visión del Product Owner. Se realiza dividiendo el proyecto en sprints o ciclos, donde cada sprint tiene un objetivo claro. Este proceso ocurre a lo largo de la duración del proyecto, utilizando herramientas y prácticas recomendadas por el marco Scrum del SBOK.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Desarrollo de una aplicación móvil donde en la primera iteración se entrega solo la funcionalidad de registro y login.
- Creación de un sitio web de e-commerce que, en su primera iteración, permite a los usuarios navegar y ver productos, pero no comprarlos.
- Lanzamiento de un software de gestión empresarial donde la primera versión se centra únicamente en la gestión de recursos humanos.
- Desarrollo de un videojuego en el que la primera iteración solo incluye el primer nivel o escenario.
- Implementación de un sistema de CRM donde la primera entrega permite a los usuarios agregar y gestionar contactos, pero no gestionar campañas de marketing.