La gestión de proyectos ágiles, y especialmente en Scrum, se caracteriza por su enfoque en iteraciones y liberaciones frecuentes. Sin embargo, no todas las liberaciones están destinadas al público general. En el ámbito del Scrum, se reconoce que determinadas liberaciones pueden estar diseñadas para satisfacer las necesidades o resolver problemas específicos de un subconjunto de usuarios. Aquí es donde entra en juego el concepto de “Clientes meta para la liberación”.
Un error común en la gestión de proyectos es asumir que cada liberación debe ser adecuada o relevante para todos los usuarios o interesados. En la realidad, hay ocasiones en las que es más estratégico, o incluso necesario, limitar el acceso a una liberación específica. Por ejemplo, puede ser una versión beta destinada a testers o una versión con características específicas dirigidas a un sector demográfico particular.
El plan de liberación es un documento clave en Scrum, y una de sus responsabilidades es especificar a qué clientes se dirige cada liberación. Esto asegura que los equipos de desarrollo y otras partes interesadas tengan claridad sobre el propósito y el público objetivo de cada liberación. Es esencial para alinear las expectativas, guiar las decisiones de desarrollo y enfocar las estrategias de marketing y soporte.
Especificar el cliente meta también ayuda a establecer métricas de éxito más precisas. Si una liberación está dirigida a un grupo específico de usuarios, las métricas de adopción, uso y satisfacción del cliente deberían reflejar las respuestas de ese grupo en particular, y no del público en general.
En resumen, identificar y definir claramente los “Clientes meta para la liberación” es una práctica fundamental en Scrum. Proporciona dirección, claridad y propósito, asegurando que las liberaciones sean relevantes, efectivas y alineadas con las necesidades del negocio y los usuarios objetivo.
Los interesados del negocio o el equipo de producto son los responsables de definir los “Clientes meta para la liberación”. Esta definición se realiza a través de un proceso de análisis y discusión, considerando las características de la liberación y las necesidades del mercado. Esto suele hacerse durante la fase de planificación del proyecto o al inicio de cada sprint, dependiendo de la naturaleza de la liberación. Las herramientas utilizadas varían, pero a menudo incluyen el plan de liberación, herramientas de segmentación de mercado y retroalimentación de clientes.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Una empresa de software lanza una nueva función para su aplicación, pero decide que sólo esté disponible para los usuarios en Europa debido a regulaciones específicas. Aquí, los “Clientes meta para la liberación” son usuarios europeos.
- Una plataforma de e-commerce introduce una nueva interfaz, pero antes de hacerla pública, la lanza sólo para un 10% de sus usuarios más activos para recibir feedback. En este caso, los clientes meta son ese 10% seleccionado.
- Una app de fitness lanza una actualización con características específicas para atletas de alto rendimiento. Aunque la app es para todos los niveles de fitness, esta liberación se dirige específicamente a profesionales del deporte.
- Una empresa de videojuegos lanza una versión beta de su nuevo juego, pero sólo para aquellos que se inscribieron en su programa de testers. Los testers son los “Clientes meta para la liberación”.
- Una herramienta de gestión de proyectos incorpora funciones avanzadas para grandes empresas, y decide lanzar esta actualización sólo para sus clientes corporativos, excluyendo a los usuarios individuales.