El Acuerdo de entregables funcionales representa una parte crucial en la gestión de proyectos ágiles. Actúa como un pacto entre las partes interesadas, en el que se definen con precisión aquellos elementos que se considerarán como productos finales y aceptables del proyecto. En esencia, establece las expectativas y garantiza que tanto el equipo de desarrollo como el cliente o patrocinador estén alineados en sus objetivos y requisitos.
La naturaleza del Scrum y otros marcos ágiles se centra en la adaptabilidad y la entrega iterativa. A medida que un proyecto avanza, es posible que los entregables se adapten o cambien en función de las necesidades cambiantes del negocio o del cliente. Sin embargo, es aquí donde el Acuerdo de entregables funcionales adquiere su relevancia máxima. Proporciona una estructura y una base desde la cual se pueden hacer esas adaptaciones, garantizando que las modificaciones estén alineadas con las expectativas iniciales.
En el marco del SBOK, se destaca la importancia de formalizar estos entregables. Esto no solo sirve para garantizar la calidad y relevancia del producto final, sino también para establecer responsabilidades. Si un entregable acordado no se cumple o no se entrega según lo previsto, este acuerdo sirve como referencia para resolver cualquier discrepancia o malentendido.
La aprobación formal del cliente o patrocinador es esencial. Esta aprobación actúa como una validación de que el equipo de proyecto ha satisfecho los requisitos y expectativas del cliente. Además, garantiza que el cliente reconoce y está satisfecho con el esfuerzo y resultados del equipo.
No es raro que surjan conflictos o desacuerdos en relación con los entregables de un proyecto. Por ello, el Acuerdo de entregables funcionales también sirve como una herramienta de mitigación de riesgos. Al definir claramente lo que se espera, reduce las posibilidades de malentendidos y establece un camino claro para la resolución en caso de que surjan problemas.
El Acuerdo de entregables funcionales es normalmente elaborado por el gerente o director de proyecto en colaboración con el cliente o patrocinador. Se establece al inicio del proyecto, después de la fase de recopilación de requisitos, y se documenta utilizando herramientas específicas o plantillas detalladas que reflejen claramente los entregables y su aceptación. Es revisado y actualizado, si es necesario, en puntos críticos del proyecto para asegurar que refleje las expectativas actuales.
Ejemplo:
Proyecto: Creación de una Aplicación Móvil para Control de Gastos Personales
- Propósito del proyecto: Diseñar y desarrollar una aplicación móvil para ayudar a los usuarios a rastrear y controlar sus gastos diarios.
– Entregables acordados:
- Interfaz de usuario intuitiva con categorización de gastos.
- Función de informes mensuales y anuales.
- Integración con bancos para sincronización automática de transacciones.
- Sistema de alertas y recordatorios.
- Funcionalidad offline para rastreo manual de gastos.
- Requisitos de alto nivel: La aplicación debe ser compatible con iOS y Android, tener medidas de seguridad robustas y ser fácil de usar.
- Riesgos asociados: Posibles problemas de compatibilidad con algunos bancos, o cambios en las políticas de seguridad de las tiendas de aplicaciones.
- Aprobación formal del cliente: Representado por Carla Ramírez, directora de Innovación de TechSolutions Corp.
Criterios de aceptación:
– La aplicación debe superar pruebas de seguridad.
– Debe ser aprobada en las tiendas de aplicaciones correspondientes sin observaciones.
– El cliente debe validar la aplicación en una fase de pruebas controladas.
- Director del proyecto: Sergio Valdés, con autoridad para tomar decisiones técnicas y gestionar el equipo de desarrollo.