Según la Guía Práctica de Ágil, una “Iteración” se define como un bloque de tiempo delimitado para el desarrollo de un producto o entregable en el que se realiza todo el trabajo necesario para entregar valor. En la gestión de proyectos ágiles, las iteraciones son una pieza central del proceso. Cada iteración es un ciclo de trabajo autónomo que produce un resultado utilizable y potencialmente entregable.
El enfoque de iteración se basa en la idea de entregar valor de manera constante a lo largo del proyecto, en lugar de esperar hasta el final del proyecto para entregar un producto completo. Esto proporciona una serie de beneficios. Por un lado, permite a los equipos obtener retroalimentación temprana y regular sobre el producto, lo que ayuda a identificar y solucionar problemas más rápidamente. Por otro lado, proporciona un mecanismo para adaptarse a los cambios en las necesidades o prioridades del cliente.
Una iteración típica en un proyecto ágil incluye todas las actividades necesarias para entregar un producto funcional. Esto puede incluir la planificación, el análisis de requisitos, el diseño, la codificación, las pruebas y la revisión. Cada una de estas actividades se realiza de manera colaborativa por el equipo del proyecto, con un enfoque en la entrega de valor y la mejora continua.
El tiempo de duración de una iteración puede variar dependiendo del proyecto y del método ágil que se esté utilizando. Sin embargo, la mayoría de las iteraciones suelen durar entre una y cuatro semanas. Durante este tiempo, el equipo se concentra en completar un conjunto definido de historias de usuario o características del producto
La culminación de cada iteración es una revisión o demostración del trabajo realizado, en la cual se muestra el producto o entregable al cliente u otros interesados. Este evento es una oportunidad para obtener retroalimentación y hacer ajustes para las próximas iteraciones. Una vez que se completa una iteración, el equipo comienza la siguiente, llevando consigo las lecciones aprendidas y la retroalimentación del ciclo anterior.
En resumen, la iteración es una parte esencial de la gestión de proyectos ágiles. Proporciona un marco para la entrega de valor constante y la adaptación al cambio, al tiempo que fomenta la colaboración, la retroalimentación y la mejora continua.
El proceso de iteración es llevado a cabo por el equipo de proyecto, que puede incluir a desarrolladores, testers, analistas de negocio, scrum masters y product owners. Este proceso se realiza siguiendo las prácticas y principios ágiles, lo que implica planificar y realizar el trabajo en bloques de tiempo definidos, entregar resultados funcionales al final de cada iteración, y adaptar y mejorar el proceso a través de la retroalimentación y el aprendizaje. Esto se realiza durante toda la duración del proyecto, con cada iteración normalmente durando entre una y cuatro semanas.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- En el desarrollo de un software, una iteración puede implicar diseñar y codificar una nueva característica, probarla para garantizar que funcione correctamente, y demostrarla a los usuarios finales para obtener su retroalimentación.
- En el diseño de un producto, una iteración puede implicar crear y probar un prototipo, recoger y analizar los comentarios de los clientes, y ajustar el diseño en base a esta retroalimentación.
- En una campaña de marketing, una iteración puede implicar idear y lanzar una nueva estrategia de promoción, medir su efectividad a través de indicadores clave de rendimiento, y optimizar la estrategia para mejorar su rendimiento.
- En la organización de un evento, una iteración puede implicar planificar y llevar a cabo una serie de tareas, evaluar el resultado, y hacer ajustes para las siguientes tareas.
- En la mejora de un proceso empresarial, una iteración puede implicar identificar y analizar problemas, implementar soluciones, y revisar el impacto de estas soluciones en el rendimiento del proceso.