El “Esquema de Priorización” es un concepto clave en la gestión de proyectos y es utilizado en diversas áreas de la gestión, desde la priorización de las partes del portafolio del proyecto hasta la clasificación de los requisitos, riesgos y características del producto. Este concepto se basa en el uso de diversos métodos para determinar la importancia y el orden de ejecución de las distintas partes de un proyecto, de un programa o de un portafolio.
El esquema de priorización se basa en un conjunto de criterios que son utilizados para evaluar y clasificar los componentes del proyecto. Estos criterios pueden variar dependiendo de las necesidades del proyecto, pero suelen incluir factores como la urgencia de la tarea, el impacto en el resultado final del proyecto, la disponibilidad de recursos y el riesgo asociado.
Los esquemas de priorización pueden ser extremadamente útiles en la gestión de proyectos, ya que ayudan a asegurar que los recursos se asignen de manera efectiva y que las tareas se completen en el orden correcto. Al asignar una prioridad a cada tarea, los gerentes de proyectos pueden asegurarse de que las tareas más importantes se completan primero y que no se desperdicien recursos en tareas de menor importancia.
Aunque los esquemas de priorización son herramientas poderosas, también es importante tener en cuenta que no todas las tareas pueden ser priorizadas de la misma manera. Algunas tareas pueden ser críticas para el éxito del proyecto y requerirán una alta prioridad, mientras que otras pueden ser menos importantes y podrían completarse más tarde.
Además, los esquemas de priorización deben ser flexibles y capaces de adaptarse a los cambios en el proyecto. Por ejemplo, si surge una nueva tarea que es crítica para el proyecto, el esquema de priorización debe ser capaz de incorporar esta tarea y asignarle la prioridad apropiada.
En resumen, los esquemas de priorización son una herramienta clave en la gestión de proyectos que ayudan a asegurar que los recursos se utilicen de manera efectiva y que las tareas se completen en el orden correcto. A través del uso de criterios claros y consistentes, estos esquemas pueden ayudar a los gerentes de proyectos a tomar decisiones informadas sobre la asignación de recursos y la planificación de tareas.
El esquema de priorización es desarrollado y aplicado por el gerente de proyectos en colaboración con el equipo del proyecto y los stakeholders. Se realiza mediante la evaluación de cada componente del proyecto, programa o portafolio en base a un conjunto predefinido de criterios de priorización. Este proceso se realiza durante la fase de planificación del proyecto y puede ser revisado y ajustado a lo largo del ciclo de vida del proyecto dependiendo de los cambios en las circunstancias del proyecto o las necesidades del negocio. Las herramientas utilizadas en este proceso pueden variar dependiendo del proyecto, pero a menudo incluyen software de gestión de proyectos y técnicas de análisis de decisión.
Imagina que estás administrando un proyecto de desarrollo de software con múltiples características a implementar. Puedes usar un esquema de priorización basado en varios criterios como el valor del negocio de cada característica, la complejidad de su implementación, el riesgo asociado y la dependencia con otras características. La característica que tiene un alto valor para el negocio, una baja complejidad, un riesgo manejable y ninguna dependencia significativa se priorizará para ser implementada primero. De esta manera, maximizas el valor entregado al negocio a la vez que gestionas eficientemente los riesgos y los recursos.